Este libro recoge las contribuciones históricas, sociológicas, criminológicas y jurídico-penales de autores nacionales y extranjeros, en relación a la tortura. La tortura es una práctica estructural de suma gravedad de los sistemas penales del mundo entero, pero, a la vez, en nuestro país y desde que se impuso la democracia, es castigada como el delito más grave contra el orden institucional, tanto por la reforma al Código Penal que la sanciona con penas similares a las del homicidio simple, como por los compromisos internacionales suscriptos por la Argentina, no casualmente en esos mismos años. En verdad, mucho tiempo antes, exactamente doscientos años atrás, el 21 de mayo de 1813, en Buenos Aires, la llamada Asamblea del Año XIII dictó un decreto para aclamar la prohibición del detestable uso de los tormentos y los instrumentos destinados a esos efectos. Es claro que la prohibición de la tortura, e incluso su consideración delictiva, no fue acompañada de la desaparición de su uso, sino que, por el contrario, como en muchos otros lugares, esta práctica continuó siendo esencial a la práctica de los sistemas penales. En homenaje a este acontecimiento local y bicentenario, este libro se justifica como un intento por atacar la perplejidad intelectual a la que hasta hoy día nos somete la existencia de un fenómeno como la tortura.
Coautores: María Eva Asprella, José Ángel Brandariz, Jorge del Cura, Bernarda García, Ramiro Gual, Nicolás Laino, Paula Litvachky, Ignacio Mendiola, Marta Monclús Masó, Ignacio Muñagorri Laguia, Gabriela Pagés, Nahuel M. Perlinger, Daniel Rafecas, Iñaki Rivera Beiras, Pablo G. Salinas Cavalotti, Alberto Volpi, Michael Welch